lunes, 30 de enero de 2012

Una buena idea que casi despega

La idea de una niña que entra en una crisis exstencial debido al inminente nacimiento de su hermano se leía como algo sumamente interesante. Es una pena que esa crisis es casi imperceptible y que, combinada con una comedia negra super light, se pierde entre las risas contenidas y el aburrimiento. La intención de la directora resulta imposible de definir ¿Quiere hacernos reír? ¿Quiere hacernos pensar?



Spoiler:

¿Qué podría hacerle pensar a una niña que va a morir cuando nazca su hermano? Pues al parecer la simple necesidad de hacer una película. La idea nace dentro de la pequeña en menos de 10 segundos. "¿Qué pasa cuando nace un nuevo bebé? ¿Botan al viejo? Ah, entonces moriré cuando el bebé nazca". Al parecer la directora quiere hacernos creer que la obsesión de la niña con los héroes nacionales (y sobre la necesidad de morir 'heroicamente' para serlo) tiene una conexión con la conclusión a la que llega, lo cual se trata de justificar con la ingenuidad de los 8 años; felizmente no muchos directores se aprovechan de esto para crear personajes infantes.

El único momento interesante fue el intento de ahogo del pequeño hermano en la cuna del hospital, pero un único momento interesante no justifica hora y media de aburrimiento. El personaje de la niña es bastante apático, nunca logramos una conexión o identificación con ella, no causa lástima ni admiración, ni interés dicho sea de paso. Nunca sabemos el por qué del odio, el por qué del miedo, el por qué de sus actos. Varios personajes vacíos (¿Quién diablos era esa otra niña?), bastante burguesía desagradable y un diálogo bastante lineal (TODOS los personajes hablan exactamente igual, a excepción del padre de la niña, cuya forma de hablar, típica del pseudo-rebelde limeño, era lo único que lo rebelaba).

Una buena idea, pero pésimamente desarrollada.

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